|
|
|||
INSTITUT DES DROITS DE L'HOMME DU BARREAU DE
BORDEAUX |
INSTITUT DES DROITS DE
L'HOMME DU BARREAU DE BRUXELLES |
INSTITUT DES DROITS DE
L'HOMME DU BARREAU DE PARIS |
INSTITUT DES DROITS DE L'HOMME DES AVOCATS
EUROPEENS |
UNIONE FORENSE PER LA TUTELA DEI DIRITTI
DELL'UOMO |
LUDOVIC TRARIEUX INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS PRIZE 2007
Premio Internacional de Derechos Humanos Ludovic Trarieux 2007
Internationalen
Ludovic-Trarieux-Menschenrechtspreis 2007
Prêmio Internacional de Direitos Humanos Ludovic Trarieux 2007
Premio Internazionale per i Diritti Umani Ludovic Trarieux 2007
Ludovic Trarieux Internationale
Mensenrechtenprijs 2007
Since 1984
“The International tribute from Lawyers to a Lawyer ”
Prize Winning Ceremony for Ludovic-Trarieux Award 2007 to Mr René Gómez Manzano (CUBA) BRUSSELS Place de la Nation Friday 19 October 2007 René Gómez Manzano, a well known human rights activist, independent lawyer, and former prisoner of conscience, has been honored on October 19th, 2007, in the Belgian Senate in Brussels with the "Ludovic Trarieux" International Human Rights Prize 2007 , the world's oldest and most prestigious distinction reserved to lawyers who fight for human rights, and against intolerance and racism.
Previous to the Ceremony, René Gómez Manzano recorded his acceptation speech in Spanish and in Frenbch. (you can hear itby clicking at wma/manzano071019.wma . He dedicated his Award to all Cuban political prisoners. Prize was presenter by Mr Armand DE DECKER, President of the Belgian Senate and Mr Robert DE BAERDEMAEKER, bâtonnier de l'Ordre français des avocats au barreau de Bruxelles. (Speeches in Spanish and French only.
. Extraits*** du Discours de M. le bâtonnier FAVREAU, Président du Jury *
[…] *** Le texte intégral des discours de
remise du Prix Ludovic Trarieux est publié dans : Le
bien sorti du Mal
ACCEPTANCE SPEECH FROM CUBA by René Gómez Manzano, Abogado Independiente "De
l'indépendance de l'avocat et du barreau" Ilustres dignatarios y personalidades presentes en este acto de
premiación, Me siento muy honrado de tener la
posibilidad de dirigirles estas palabras. Desde luego, hubiera preferido poder
hacerlo personalmente, pero si esta grabación es proyectada en la ceremonia
de entrega del premio, ello significará que esa posibilidad me estuvo vedada
por el contumaz inmovilismo del régimen totalitario cubano, el cual se ufana
de autodefinirse como una dictadura, mantiene las normas constitucionales que
consagran el papel dirigente del partido único sobre el conjunto de la
sociedad y del Estado y no sólo ha borrado de sus textos supralegales toda
alusión al derecho de los nacionales a entrar y salir libremente del Territorio
Nacional, sino que se arroga de hecho la facultad de autorizar o no cualquier
viaje de sus súbditos al extranjero, lo que implica que se comporta como si
los ciudadanos fuesen una especie de esclavos o siervos de la gleba que sólo
pueden hacer aquello que su señor les autoriza graciosamente. Por desgracia, así ha sucedido en mi
caso, pues a pesar del apoyo generoso que me prestaron el señor Presidente y
los miembros del Jurado, todas esas gestiones han resultado ahora baldías, en
razón de la negativa del nuevo equipo gobernante del país, encabezado hace ya
algo más de un año por el hermano menor del dirigente histórico de casi medio
siglo, a otorgar a tiempo el “permiso de salida” que se requería para que yo
pudiese viajar a recibir el premio personalmente. Por consiguiente, puedo afirmar que mi
ausencia de esa ceremonia constituye una prueba más de la triste realidad que
vive hoy nuestra Patria, que, pese a los preocupantes acontecimientos
acaecidos en los últimos años en la fraterna República de Venezuela, continúa
siendo en puridad el único país del Hemisferio Occidental que no disfruta de
una democracia representativa y pluralista, en el cual no se respetan los
derechos humanos internacionalmente reconocidos y el que —por añadidura— se
encuentra sumido en una profundísima crisis. Señoras y señores: Estas palabras mías
no deben ser muy largas, teniendo en cuenta que en este acto de premiación
debe hacer uso de la palabra en mi nombre el señor Juan Escandell Ramírez. A
él y al colega europeo que deberá acompañarlo los he autorizado para que uno
de ambos, indistintamente, acepte en mi nombre el prestigioso premio
internacional que me ha sido otorgado, así como para que reciba las
constancias de su otorgamiento. A pesar de esa necesaria brevedad,
debo decir que en mi país es notable la labor de los centenares de
organizaciones que de un modo u otro luchan en pro del respeto de los
derechos humanos, pese a la intensa represión desatada contra ellas por el
régimen totalitario, que ha convertido a Cuba —no obstante su población
relativamente pequeña— en el país occidental con mayor número de presos de
conciencia en el mundo. Todas esas organizaciones, en algunos
casos sin estar conscientes de ello, son seguidoras y continuadoras de la
obra inmortal de Ludovic Trarieux, cuya memoria es perpetuada ahora en este
galardón que tanto prestigio ha venido adquiriendo desde que hace ya más de
dos décadas le fuera otorgado por vez primera al valeroso luchador anti-apartheid
Nelson Mandela. Creo que es justo y necesario decir
que este premio que se me ha otorgado constituye también un reconocimiento a
la notable labor desplegada por todas esas entidades contestatarias cubanas,
a todo lo largo y ancho de nuestro archipiélago. Quisiera aprovechar esta ocasión para
mencionar específicamente a la mayor agrupación de organizaciones
independientes de nuestro país, la Asamblea para Promover la Sociedad Civil,
que en mayo de 2005 llevó a cabo en nuestra capital el histórico primer
congreso de demócratas cubanos. Me siento honrado por haber sido y seguir
siendo uno de los tres miembros del Ejecutivo de esa coalición. También considero un honor haber
presidido, desde su fundación y hasta la actualidad, una de las más de tres centenares
y medio de organizaciones que integran la mencionada Asamblea: como
seguramente ustedes habrán imaginado, me estoy refiriendo a la Corriente
Agramontista, una agrupación de abogados independientes de la que forman
parte actualmente en suelo cubano una veintena de juristas aproximadamente, a
los cuales habría que sumar varias decenas más que se han visto obligados a
emigrar por la represión del régimen totalitario. Nuestra pequeña Corriente, cuyo nombre
se deriva del apellido del ilustre abogado, libertador y mártir de la
independencia cubana Ignacio Agramonte, caído gloriosamente en combate contra
las fuerzas colonialistas en 1873, puede enorgullecerse de ser la única
agrupación de juristas que lucha expresamente en nuestro suelo en pro del
establecimiento del Estado de Derecho en Cuba, de la independencia del Poder
Judicial, del libre ejercicio de la abogacía, de una Fiscalía que ajuste su
actividad a criterios técnico-jurídicos y no políticos, y del
restablecimiento de los colegios de abogados. Porque debo decir que en nuestro país,
a pesar de que esas instituciones databan de 1840, los colegios de abogados
fueron objeto primeramente de una llamada “toma revolucionaria” que permitió
echar a un lado a sus directivas democráticamente electas, y después fueron
simplemente disueltos. Tras varios lustros sin contar con
alguna institución que los representase siquiera formalmente, los hombres de
leyes cubanos tuvieron la posibilidad de ingresar a la Unión Nacional de
Juristas, institución que, debido a su carácter declaradamente gobiernista,
jamás ha podido contar en sus filas con la totalidad de los letrados del
país, y que, aunque es formalmente autónoma, en realidad fue creada por el
régimen totalitario a su imagen y semejanza, con el único fin de institucionalizar
el supuesto apoyo de la clase togada al sistema castrista. También existe la Organización
Nacional de Bufetes Colectivos (ONBC), que encuadra a todos los que ejercen
la abogacía, ya que en la Cuba actual está terminantemente prohibido desde 1974
el libre ejercicio de nuestra libre profesión. La falta de legitimación de esas dos
instituciones para que se las pueda considerar como verdaderas representantes
de los juristas cubanos, se pone de manifiesto en un hecho objetivo
irrebatible: no se conoce ni un solo caso en que una o la otra hayan
levantado su voz para defender a un compañero injustamente perseguido; y
conste que no han faltado ocasiones para ello: hasta donde sé, nuestra Patria
ha tenido el triste privilegio de ser el único país cuyos hombres de leyes
han sido objeto de una operación policial en toda regla, dedicada
especialmente a ellos, en cuyo curso fueron arrestados, enjuiciados y
sancionados a muchos años de prisión decenas y decenas de juristas de todo el
país. Este ataque masivo en contra de
nuestra profesión recibió el sugestivo nombre de Operación Toga Sucia. Esta
purga de corte estalinista tuvo otra faceta más: en 1984 fueron formalmente
“disueltos” los bufetes colectivos hasta entonces existentes, y en su lugar
fue “creada” una institución teóricamente “nueva”, a la cual los abogados en
ejercicio se vieron obligados a “solicitar su ingreso”. Mediante esta treta,
110 de los cerca de 800 abogados en activo en aquella época fueron separados
del ejercicio profesional. Como “justificación” de este
arbitrario despido masivo se esgrimió el argumento de que los “no admitidos”
no llenaban el requisito establecido en el Decreto-Ley No. 81 de que el
postulante tuviese “condiciones morales acordes con los principios de nuestra
sociedad”. En la práctica, este eufemismo señala la obligación en que se
encuentra el abogado cubano de poseer lo que en el argot castrista se
denomina “integración revolucionaria”, que no es más que la aceptación
expresa de las políticas del gobierno y del partido único, así como la
pertenencia a las llamadas “organizaciones de masas”, que también apoyan al
régimen que las creó, y en las cuales los ciudadanos son regimentados
siguiendo criterios de vínculo laboral, vecindad, sexo, etcétera. El mencionado Decreto-Ley sigue
vigente hasta hoy, lo que ha servido para que los dirigentes de la ONBC
nieguen la posibilidad de ejercer la abogacía a aquellos compañeros que no
comulgan con el sistema o que simplemente no son de su agrado; además, es
frecuente que aquellos que forman parte de esa organización y mantienen una
actitud contestataria, sean expulsados de la misma, como en 1995 hicieron con
el que les habla sin siquiera incoar el expediente disciplinario que manda la
Ley. Estas limitaciones llamarán más la
atención si las contrastamos con el reducido número de juristas en activo. Se
da la paradoja de que nuestro país, que es el de mayor cantidad per capita de
médicos o deportistas en toda la América Latina, es al propio tiempo el de
menor número de abogados. Se trata, indudablemente, de una secuela de
aquellos tiempos no tan lejanos en que los personeros del actual régimen
enarbolaban alegremente una consigna pasmosa: “¿Abogados para qué?” Por lo demás, los agramontistas hemos
denunciado la falta de independencia del aparato encargado de administrar
justicia. Se trata no sólo de una realidad de hecho, sino también de una
situación plasmada en las leyes y basada en criterios teóricos con los que no
podemos comulgar: el actual régimen cubano rechaza expresamente la tripartición
de poderes (que estuvo vigente desde el nacimiento de nuestra República en
1902) y enarbola en su lugar la concepción monista del Estado; de acuerdo con
el artículo 121 de la vigente Constitución de la República, “los tribunales
constituyen un sistema de órganos estatales, estructurado con independencia
funcional de cualquier otro y subordinado jerárquicamente a la Asamblea
Nacional del Poder Popular y al Consejo de Estado”. No existen asociaciones
profesionales de funcionarios judiciales. En el plano económico, no es mucho
mejor lo que puede decirse del sistema de trabajo profesional implantado por
el régimen castrista; baste decir que muchos abogados perciben salarios
inferiores a los de trabajadores administrativos, y los mejor pagados reciben
emolumentos que, cambiados en las casas autorizadas al efecto, equivalen a
unos veinte o treinta dólares al mes. Repito el dato para los que tal vez
piensen que he sufrido un lapsus linguae: nuestros colegas mejor pagados
perciben menos de un dólar al día. Toda esta triste realidad, así como la
actitud de la Unión Nacional de Juristas y de la Organización Nacional de
Bufetes Colectivos (que jamás han expresado una crítica, sino que se han
limitado a aplaudir y apoyar las medidas del régimen), constituyen la razón de
ser de nuestro movimiento agramontista, el cual ni siquiera está organizado
formalmente, ya que la solicitud hecha al amparo de la vigente Ley de
Asociaciones hace ya más de quince años para constituir la Unión Agramontista
de Cuba no ha sido respondida hasta hoy… Esto no ha impedido que hayamos
efectuado encuentros, realizado estudios jurídicos y redactado varios
memoriales en los cuales hemos solicitado a las autoridades del país el
restablecimiento del libre ejercicio de la abogacía y la independencia de la
Administración de Justicia, una amplia amnistía para los presos políticos y
algunos otros, reformas legislativas, etcétera. También hemos editado nuestro boletín,
el último número del cual (el 6) vio la luz a fines del pasado mes de agosto.
Desde luego, aquellos de nosotros que en uno u otro momento hemos estado en
aptitud legal para ello, hemos continuado defendiendo a nuestros hermanos
opositores y activistas de derechos humanos. También hemos tenido el honor de ser
la única agrupación de juristas cubanos radicados en la Isla que ha
solicitado el cese de la persecución contra compañeros nuestros víctimas de
hostigamiento y represión, en especial de los que han sido arbitrariamente
encarcelados. Y debo decir que no alcanzan los dedos de una mano para contar
a los juristas miembros de la Corriente Agramontista que hemos estado
privados de libertad durante años en uno u otro período. Permítanme por ello que, como primera
petición, les dirija la de que expresen su solidaridad con el colega que en
estos momentos más necesita de ella, el abogado agramontista Rolando Jiménez
Pozada, quien permanece injustamente encarcelado en la Prisión de El Guayabo,
en su natal Isla de la Juventud, desde abril de 2003 y a quien a principios
del presente año, tras un juicio amañado en el que no le permitieron
defenderse a sí mismo (como lo autorizan las actuales leyes cubanas) y en el
cual él ni siquiera estuvo presente, fue sancionado a doce años de privación
de libertad. Casi está de más decir que cualquier apoyo que ustedes puedan
brindarle a él y a los restantes presos políticos cubanos será motivo de
nuestro reconocimiento más sincero. Distinguidos amigos: Quisiera que me
permitieran dedicar este premio a aquellos que más han sufrido y sufren por
su activismo pacífico en pro de la democratización de Cuba y del respeto de
los derechos humanos de sus ciudadanos: los presos políticos y de conciencia.
Son ellos (los que integran el tristemente célebre Grupo de los 75 y todos
los demás) quienes deben estar primordialmente en las mentes de nosotros, sus
compañeros de lucha pacífica, y me sentiría muy reconfortado si mis palabras
sirvieran para reafirmar la actitud solidaria que sé que ustedes han
manifestado sistemáticamente y continúan manifestando hacia todos los que en
el mundo son víctimas de la persecución y la violación de los derechos
humanos. Mesdames et messieurs, à la fin de mon
message, je vous prie de me permettre de prononcer quelques mots en français.
** Premièrement, je veux le faire afin de
rendre hommage en sa belle langue à ce grand citoyen de la France, de
l’Europe et du Monde dont le Prix qui vient d’être livré à mon représentant
porte le nom illustre. L’œuvre immense faite par Ludovic Trarieux en luttant
contre l’injustice et le racisme et en créant avec succès la première
organisation de défense des droits humains, cette véritable épopée mérite le
souvenir de tous les hommes et les femmes de bonne volonté, maintenant et
toujours; donc je remplie un véritable devoir en présentant mes hommages à sa
mémoire glorieuse. Deuxièmement, je veux le faire afin de
souligner le grand honneur que le décernement du prestigieux Prix
International Ludovic Trarieux constitue pour moi, pour mes collègues de la
Corriente Agramontista et pour tous mes compatriotes qui luttent d’une façon
pacifique pour le respect des droits humains et pour le triomphe de la
démocratie à Cuba. Troisièmement, je voudrais vous prier
encore une fois de ne pas oublier le juriste Rolando Jiménez Pozada et les
autres trentaines de prisonniers de conscience cubains, qui souffrent
maintenant dans les geôles de mon pays dans des conditions terribles. Mes
amis et moi, nous sommes sûrs que vous continuerez de leur accorder votre
solidarité et votre appui.* Merci beaucoup à vous tous! ¡Muchas gracias! René Gómez
Manzano, Abogado Independiente Palabras
de Juan ESCANDELL RAMIREZ
Me
apartare brevemente del protocolo de mis breves palabras en este magnifico acto
para recordar que hace poco mas de 80 anos, el ilustre penalista espanol Don Luis Jimenez de Asua, sufrio arbitrario confinamiento en las Chafarinas
y gracias a la solidaridad del gremio de abogados en todo el mundo fue posible
su libertad; entre aquellos abogados que protestaron se encontraban abogados
cubanos de la talla de Fernando Ortiz y Emilio Roig
de Leuchsenring. Permitanme decirle que ayer, mis colegas y el
equipo de Radio y TV Marti, radio que ahora mismo
trasmite en directo para Cuba esta ceremonia, estuvimos en el Palacio de
Justicia de Belgica, todos coincidimos en considerar,
que solo donde se respeta la ley y la justicia pueda tomarse en serio, podia existir un edificio tan majestuoso para tan
importante funcion. Personalmente
al entrar al recinto percibi la presencia de la Diosa
Themis, desterrada de nuestro pequeño pais hace ya
casi medio siglo; como asi estan
desterrados mas de dos millones de cubanos. Colegas,
tengan por seguro que no se equivocaron al elegir al Dr
Rene de Jesus Gomez Manzano
como ganador del mas prestigioso y antiguo premio, que los abogados europeos
otorgan a un abogado por su destacada labor a favor de los Derechos Humanos. Desde
Hesiodo hasta Gabriel Garcia
Marquez, nuestra profesion
ha sido blanco de criticas por la literatura
universal. Pero convencido estoy que Aristofanes no habria escrito “Las avispas” si hubiera conocido a Nelson Mandela, Paz Zuniga, Digna Ochoa,
Gomez Manzano y otros premiados por el Ludovic Trarieux. Todos ellos
hasta la fecha constituyen un ejemplo para los abogados de todo el mundo. Quiero
reconocer en esta ceremonia donde los abogados europeos rinden homenaje a otro
abogado, la conducta valiente y heroica del Batonnier
Braffort quien durante la ocupacion
nazi de Belgica se negara a entregar al comando
militar aleman
la lista de los abogados judios.Los abogados
cubanos no olvidaran al distinguido Batonnier. Distinguidos
colegas, este premio no es solo de Rene, es de todos sus colegas que asi lo sentimos y asi tambien lo reconocio el propio Gomez Manzano que lo hizo extensivo a todos los opositores que dentro de Cuba
luchan por el respeto de los Derechos Humanos. Perdonenme en este instante reconocer a mis
amigos que me acompanan al Dr
Luis.F. Fernández y al exprisionero
político por 17 anos el Dr. Pedro fuentes Cid, que abandonaron sus importantes
tareas y sufragándose sus gastos están aquí en representación de la abogacía
cubana, particularmente en representación del Comité de abogados por la
libertad del colega Rolando Jiménez Pozada. Seria
imperdonable no aprovechar la ocasión de estar en la capital de la Unión
Europea, en la tierra del Rey Caballero, para demandar de los abogados del
continente, con espíritu de gremio que se solidaricen con la injusta y
arbitraria prisión que padece nuestro colega Rolando Jiménez Pozada, sancionado
a 12 anos de privación de libertad en un juicio secreto, sin ninguna garantía y
que peculiarmente resulto penado con 4 anos mas de los que solicitaba la fiscalía. Pero
desde este lugar sagrado de Bélgica con espíritu de justicia exhortamos a todos
los países de la Unión Europea a que exijan al gobierno cubano que liberen a
los centenares de presos políticos que se están muriendo en las mazmorras
cubanas. Sepan
en Europa, que el gobierno interino del señor Rail Castro no se ha movido un
solo milímetro de sus posiciones. La ausencia de René a este acto es la prueba
irrefutable de la afirmación anterior. Como
cubano y español, como súbdito del reino de España al que pertenezco por
ostentar la ciudadanía española, le expreso al Rey, que el gobierno actual se
equivoca en su política hacia Cuba. Condenamos que en su fiesta nacional los
opositores no hayan sido invitados. Sin
embargo aquí en Bélgica, hemos sido invitados para premiar por su incansable
labor al Dr. René Gómez Manzano. La
lista de agradecimiento seria larga, pero resulta necesario reconocer a los
colegas que se quedaron en Miami y que
constituyen el comité de abogados por la libertad del colega Rolando Jiménez
Pozada a los cubanos que desde
innumerables paginas web apoyaron este evento y
especialmente a los miembros del jurado del Ludovic Trarieux 2007, A Bertrand Favreau, Robert de Baerdemaeker, Ives Oschinsky y Thierry Bontinck. Muchas
gracias. * MEMBRES DU JURY 2007 : Bâtonnier Robert De
Baerdemaeker, (Bruxelles), Bâtonnier Christian Charrière Bournazel, Bâtonnier
désigné (Paris), Bâtonnier Yves Oschinsky, Dauphin , (Bruxelles), Presidente
Mario Lana, Unione Forense (Roma), Bâtonnier J.-Pierre Chantecaille, ( La
Rochelle), Bâtonnier Bertrand Favreau, IDHAE (Luxembourg), Me Christophe
Pettiti, IDHAE (Luxembourg), Me Thierry Bontinck, IDHAE (Luxembourg), Me
Marie-France Guet, IDHAE (Luxembourg), Me Zbigniew Cichon, (Cracovie), Me
Rusen Ergec, (Bruxelles), Me Frédéric Krenc, (Bruxelles), Me Brigitte Azema
Peyret, IDHBB (Bordeaux), Me Raymond Blet, IDHBB (Bordeaux), Me Philippe
Froin, IDHBB (Bordeaux), Me Hélène Szuberla, IDHBB (Bordeaux), Michel
Puechavy, ,IDHBP (Paris), Me Nicole Dehry, IDHBP (Paris), Me Nathalie
Korchia, IDHBP (Paris), Me Annapaola Specchio, (Roma) |
** **Señoras y señores, para terminar mi mensaje, les ruego que me
permitan pronunciar algunas palabras en francés.
En primer lugar, quiero hacerlo a fin de rendir homenaje en su
bello idioma a ese gran ciudadano de Francia, de Europa y del Mundo cuyo nombre
ilustre lleva el Premio que acaba de serle entregado a mi representante. La
obra inmensa realizada por Ludovic Trarieux al luchar contra la injusticia y el
racismo y al crear con éxito la primera organización de defensa de los derechos
humanos, esa verdadera epopeya merece el recuerdo de todos los hombres y
mujeres de buena voluntad, ahora y siempre; por lo tanto, cumplo un verdadero
deber al rendirle homenaje a su gloriosa memoria.
En segundo lugar, deseo hacerlo a fin de subrayar el gran honor que
el otorgamiento del prestigioso Premio Internacional Ludovic Trarieux
representa para mí, para mis colegas de la Corriente Agramontista y para todos
mis compatriotas que luchan pacíficamente en pro del respeto de los derechos
humanos y del triunfo de la democracia en Cuba.
En tercer lugar, quisiera pedirles una vez más que no se olviden
del jurista Rolando Jiménez Pozada ni de las otras treintenas de prisioneros de
conciencia cubanos, que sufren actualmente en las cárceles de mi país en
condiciones terribles. Mis amigos y yo estamos seguros que ustedes continuarán
brindándoles vuestra solidaridad y vuestro apoyo.
¡Muchas gracias a todos ustedes!